Especies en Extinción

Algunos productos de la cesta alimentaria venezolana podrían ser etiquetados como Especies en Extinción, y como tal, son acechados y buscados en todos los entornos. Al igual que las especies animales que también son amenazadas y casi extintas, estos alimentos también son cazados y sus precios rondan cifras millonarias.
Poco sospechábamos en aquellos años 80 que el tiempo nos tendría reservada esta emboscada, donde un humilde plato de caraotas sería -en el futuro- un manjar apreciadísimo. Otra especie abundante en el pasado era el café, ofrecido al visitante de todo hogar, oficina o taller mecánico. Ojo señores, no he mencionado caviar ni ostras, asómbrense, he dicho caraotas y café.
Estas especies desaparecidas del radar del ama de casa, se esconden en toda suerte de garitos, almacenes, depósitos y cuarteles...sí, dije cuarteles. Quien los tenga se hace poseedor de alcanzar una rápida fortuna económica, y si además, no tiene escrúpulos, pues la probabilidad de hacer dinero aumenta vertiginosamente. No importa que "el otro" se muera, sino tiene dinero...que se jod...
Esta facilidad para hacerse rico teniendo como base la necesidad y el hambre de los congéneres ha colocado la mira en la especie mas extinta de todas, la más amenazada y la más dañada: La sensibilidad humana. Esta es, a mi juicio, la más cercana a extinguirse de las virtudes que la venezolanidad presumía. Sino me crees, dime que opinas de los asesinos que mezclaron leche en polvo con cal (y la vendieron sabiendo que era para consumo infantil). Si aún tienes dudas, dame tu opinión por los que venden trapos viejos haciéndolos pasar por paquetes de pañales...o los que venden cajas vacías de medicinas. Por eso digo, que el cielo y el infierno están aquí, en este Planeta, alguien que pueda dormir tranquilo haciendo estas atrocidades no puede ser humano. No lo es.
Amig@s yo creo que los alimentos NO representan el vacío mas crítico, la verdadera carencia es la humanidad, la compasión y el amor...Esas son las extinciones mas graves de nuestra sociedad. A veces pienso que somos una suerte de virus antropófago que se alimenta de nosotros mismos...y que no aprende de su error, que no descansa ni sacia su sed de dinero y poder nunca....