En algunos de mis talleres he mencionado que la palabra "Obvio" me produce terror. Pues, cada vez que la pronunciamos estamos afirmando que la realidad de un fenómeno es indiscutible e incuestionable. En mi experiencia, repetidas veces he tenido que admitir que aquello que era "obvio" en un momento...dejó de serlo después.
Los seres humanos tenemos una capacidad de querer "ver las cosas" de acuerdo a nuestra conveniencia y acomodar nuestra percepción para evitar el conflicto, la confrontación o el desequilibrio interno.
Al igual que el camaleón, en ocasiones, nos camuflamos y mimetizamos para no quedar expuestos o vulnerables a los demás y su juicio. Incluso en ocasiones "maquillamos la realidad" para no confrontarnos con nosotros mismos. Estas acomodaciones o trucos nos evitan tomar decisiones, fijar posiciones, iniciar o terminar proyectos, es decir: toleran las cosas y las "pintan" con colores agradables, aunque eso, no nos cambie nada. ¿Recuerdan cuando niños como cerrábamos los ojos cuando algo no nos gustaba?...bueno, algo así son los mecanismos de evitación.
Los psicólogos llamamos a este fenómeno como Disonancia Cognitiva (una brecha entre lo que creía y lo que realmente es). Y ante ello, algunos deciden evitar la realidad cambiando el modo de verla...
Cuando escucho tantas personas negando los sucesos que ocurren, distorsionándolos y explicándolos con rebuscadas teorías. Cuando veo "defender lo indefendible"..."Querer tapar el Sol con un dedo" o cualquiera de los rebusques psicológicos que usamos para negar la contundencia de los hechos, siempre aparece en mi un término que asocio con caos:
F A N A T I S M O
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