martes, noviembre 22, 2016

libertad personal: El punto sin retorno


Tengo la certeza que todas las personas, tarde o temprano, llegamos a una encrucijada, lo que algunos llaman una "Crisis existencial". De hecho, lo es. Pues significa que en algún punto del camino (de la vida) la persona se plantea una serie de interrogantes y dudas respecto a sí mismo. Esta "encrucijada", salvando las diferencias individuales y propias de cada quien, pudieran durar una fracción de segundo o veinte años en otros casos. En lo que creo, firmemente, es que todos atravesamos por ese punto..por ese quiebre.
En algunos casos, ese quiebre, se repite en el tiempo. Por lo general, esta repetición aumenta cada vez más la NECESIDAD de revisar, a cambiar, a asumir la conciencia de vivir. Me refiero a tomar conciencia plena y cruda de nuestra existencia. En algunos casos, los individuos esquivarán el llamado, en otros lo negarán o lo ocultarán con excusas y justificaciones, es decir, seguirán viviendo del mismo modo como lo han hecho hasta ese día. Para este grupo de gente: El llamado fue ignorado. De hecho, la mayoría de las personas viven y mueren así...sin profundidad, sin propósito, impulsados por la rutina y los distractores de la sociedad que los trató como títeres.

Pero en otros casos, será imposible esquivar la tentación de auto-revisarse, será imposible seguir jugando al avestruz que oculta la cabeza para no afrontar los hechos. Es como si la vida te arrinconase, y de pronto ya no nos queda más que rendirnos y aceptar. De algún modo aparentemente "casual", el Universo nos ubicará frente a  la mencionada encrucijada donde -de nuevo- tendremos que escoger entre "la comodidad de lo conocido" y la "incómoda duda de crecer". Las formas como llegamos a estos "renacimientos existenciales" son diversas y casi siempre vienen matizadas de dolor (una enfermedad, un divorcio, duelo, separación, catástofre, guerra, exilio, etc). Es como un despertador rudo y violento que nos saca del letargo que nos tenía dormidos, ajenos, indiferentes ..con nosotros mismos. Una vez que despiertas, no hay regreso. Es un punto sin retorno.

Por eso, creo con cada célula de mi cuerpo, que los episodios "difíciles de la vida" son las oportunidades de crecimiento, son las zonas de crisis las que generan los inventos, descubrimientos y realizaciones personales más brillantes. Es ahí, en la crisis donde dejamos las excusas y justificaciones para descubrir talentos que desconocíamos tener. La historia humana repite incansablemente este axioma, desde el hombre de las cavernas hasta la actualidad.

Por ello, si estás abordando un momento de crisis, amárrate las botas, aprieta las manos contra el timón y afronta el oleaje con dignidad y tu mejor sonrisa. Solamente en las crisis crecemos.

NINGUN MARINO SE HIZO CAPITAN..TENIENDO SU BARCO AMARRADO A LA COMODIDAD DE SU MUELLE...SIN TORMENTAS, NO HAY CAPITANES.


1 comentario:

  1. Así es Jose Elías...lo dramático es que parece que tuviéramos que esperar una crisis, un colapso, o un evento doloroso para "despertar" y afrontar esa realidad que mencionas..gracias por escribir

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