miércoles, junio 22, 2016

Todos somos Frankenstein...


Seguramente has escuchado de Frankenstein, el mítico monstruo de las películas que aterrorizó las pantallas desde los años 50. Al conocer su historia, podremos ver una gran similitud con las nuestras. Lo digo en cuanto al modo como fue concebido y creado. Al final, todas las historias terminan siendo la misma...

Recordemos que (en la película) el Doctor Frankenstein se obsesiona al crear un humanoide con pedazos de otros cadáveres. Loco de poder, obtiene una criatura iracunda y violenta que termina asesinándolo, olvidando que fue su propio creador. Finalmente, el monstruo termina acosado y perseguido hasta que es abatido por las fuerzas del orden. Díganme ustedes,si les resulta muy rebuscado pensar que Venezuela es una especie de Frankenstein, un híbrido producto de nuestras diferencias no integradas, una amalgama cultural, social y política que alimentada con la inmadurez y el odio se ha convertido en un ser desorientado y violento.

Al igual que en la película de Frankestein, Venezuela no entiende como llegó a ese estado caótico y termina agrediendo a sus creadores, lleno de rabia e impotencia. Una "Venezuela Frankestein" dramáticamente monstruosa, llena de dolor y odio hacia afuera y hacia adentro a la vez, huyendo y renegando de sí misma....Víctima de quienes experimentaron con ella sin conocimientos, sin responsabilidad, sin compasión y bajo la mirada indiferente de quienes estaban cómodos o ajenos a su dolor. 
Lo más trágico es que todos somos responsables de esa creación, absolutamente todos hemos contribuido por acción o por omisión, y quien esté libre de pecado que lance la primera piedra...pero no se la lance al monstruo, ya él tuvo bastante...





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