Con tanta tecnología y desarrollo de sistemas parece que el mundo se ha hecho más pequeño y las distancias no suponen ninguna barrera entre dos personas separadas por dos continentes. En mi infancia hubiera sido imposible pensar que un japonés y un venezolano pudiesen comunicarse en tiempo real, verse en una pantalla y compartir fotos, videos o archivos simplemente con un "Click". Tan sólo hace 40 años atrás, escribíamos cartas y el internet era una fantasía de niños...
Este planeta que parece ser mas pequeño, acorta las distancias con aviones más potentes, autos mas veloces y trenes de alta velocidad. Todo es más rápido, todo es más cerca..todo es más fácil.
Sin embargo, la humanidad pareciera no estar más cerca, al menos, para ayudarse entre sí.
Este incremento de velocidades y acortamiento de distancias aceleró los conflictos en todos los contextos, desde la mesa familiar donde todos chatean, hasta los de escala mundial como la tragedia de Siria, el resurgimiento de la xenofobia, racismo y exclusiones de todo tipo. Parece que en este mundo pequeño no podemos caber todos ¿Para que queríamos acortar las distancias? ¿Para esto..?
Esta adicción de velocidades nos está haciendo perder la cabeza. creo que es tiempo de desacelerar, de tomarse el tiempo necesario para observar más y fotografiar menos...de dejar los teléfonos y sentarnos con la gente...Sentir más y pensar menos puede ser un ejercicio tan simple que lograría sorprendernos.
Tómate un día donde puedas dejar guardados el reloj y tu teléfono, y puedas regresar al ritmo que quieres tener...después de todo, recuerda: Nunca le ganarás al tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario